Sun.
Todos los días le enseño a Lyan una frase en español. La primera frase que le enseñé fue «quiero un helado». Claro. Pero eso es otra historia. Total, que ha sido bonito estar leyendo en el autobús y que, de repente, pase esto. Porque para qué queremos libretas. Digo yo.
Mi día bien, por cierto.
Vuelve a ser verano.