En julio nos fuimos 10 días a Grecia con la idea de comer feta, berenjena frita y tzatziki cada día (lo hicimos). Además, volvimos morenísimas y con la serotonina por las nubes.
En Creta aquilamos un coche y recorrimos el norte y suroeste de la isla. Nos hospedamos en una casita en medio de un olivar enorme a medio camino entre Chania y Kissamos (y nadie entendía jamás nuestra pronunciación al mencionar las ciudades). Sinceramente, deseando volver porque una comida riquísima y unos sitios chulísimos. En las fotos: Balos, Elafonisi, Seitan Limania,Falasarna y Kalypso.



